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Día mundial del sueño: cuando el descanso no es prioridad

Uno de los principales dilemas del mundo moderno es la falta de tiempo para preocuparnos de nuestra salud en general, y uno de los factores que afecta a nuestro bienestar es la calidad de nuestro descanso. Es por esta razón que la comunidad médica ha creado el día mundial del sueño para así crear conciencia del papel que juega el dormir en nuestra salud.

Los beneficios que trae un sueño reparador no son desconocidos para nadie. Mayor claridad en las ideas, mejor capacidad de reacción y hasta mejor buen humor son consecuencias de una noche de descanso. Sin embargo, son pocas las ocasiones en las que nos detenemos a pensar en los efectos positivos que tiene el sueño saludable o el descanso en nuestra salud en general.

Ante esta situación, la Sociedad Mundial del Sueño (o World Sleep Society, en inglés) decidió en 2008 instaurar el día mundial del sueño. Este tiene lugar el último viernes antes del equinoccio de otoño (o de primavera en el hemisferio norte), y precisamente busca ser una instancia de reflexión en torno a la importancia de la salud del sueño, los trastornos del mismo y sus efectos en el desarrollo de las personas.

De acuerdo a la misma WSS, se estima que al menos un 45% de la población mundial sufre de problemas de sueño y solo un tercio de los afectados busca ayuda o tratamientos médicos. Otro de los datos relevantes que entrega la organización también tiene relación con las enfermedades del sueño y apunta a que la mayoría de estos trastornos se pueden prevenir y curar, solo basta con buscar ayuda profesional

¿Cómo saber si nuestro sueño es bueno?
Según la Sociedad Mundial del Sueño existen tres variables que debemos considerar para el análisis de la calidad de nuestro descanso. Estas guardan relación con la duración, continuidad y profundidad del sueño, de esta forma tenemos:

  • Duración: la cantidad de horas deben ser suficiente para que la persona al día siguiente se sienta con energía y alerta
  • Continuidad: los períodos de sueño deben tener la menor cantidad de interrupciones posibles
  • Profundidad: en la medida en que nuestro sueño es más profundo, mayores serán los efectos positivos del descanso en el organismo

¿Y cómo afecta a nuestra salud si dormimos mal?
Es posible que si dormimos mal, en la mañana siguiente estemos cansados, y con la sensación de que a medida que pasan las horas es más difícil funcionar con normalidad. Sin embargo, tener problemas de sueño también tiene repercusiones en el funcionamiento de nuestro organismo, entre las que podemos listar:

  • Se producen problemas en el metabolismo. Existe evidencia científica que relaciona las pocas horas de sueño con la obesidad en niños y el desarrollo de diabetes en adultos.
  • La falta de sueño tiene entre sus efectos a largo plazo el debilitamiento del sistema inmune e incluso podría existir una correlación con el desarrollo de enfermedades como el cáncer.
  • Nuestra salud mental también depende de un sueño saludable. La falta de sueño se relaciona con el desarrollo de cuadros depresivos, psicóticos y de ansiedad.
  • Cuando el sueño es de mala calidad producto de problemas respiratorios, como las apneas del sueño, es posible que también se presenten otras patologías cardiovasculares como hipertensión, infartos, entre otras.

Prevenir la aparición y el desarrollo de estas enfermedades es posible, siempre que contemos con la voluntad de visitar a un médico y tener acceso a un especialista en la materia. Recuerda que puedes contar con los profesionales del Hospital del Trabajador ACHS. Agenda tu hora a través de nuestra nueva agenda en línea o llamándonos al 22 515 7777.

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