Una de las partes más importantes, y a la vez más delicadas, de nuestro cuerpo es la columna. Y por el actual estilo de vida al que estamos enfrentados, más las fuertes cargas de trabajo a las que la sometemos, las enfermedades de este tipo se han vuelto comunes.
"La columna se puede enfermar por distintas razones. Una de los principales causas de estas enfermedades son las lesiones traumáticas, que pueden ocurrir a nivel de columna cervical (cuello), dorsal (toráxica) o lumbar (a la altura de la cintura) e incluso en la zona sacropelviana. También se puede dañar por enfermedades de tipo degenerativo. La población está envejeciendo cada vez más, por lo que vemos cada vez más personas sobre los 65 años que sufren este tipo de problemas", explica el doctor José Fleiderman, jefe del equipo de Columna del Hospital del Trabajador ACHS.
Una de las patologías más recurrentes es el lumbago, el cual genera serias molestias en la zona baja de la espalda entre la última costilla y la zona del sacro, las que pueden ir desde el dolor hasta la imposibilidad de realizar movimientos de manera normal. "Se produce normalmente por trastornos que se dan en la columna, ya sea relacionados con problemas musculares como contracturas, microdesgarros o síndromes miofasciales, los que tienden a ser transitorios y a disminuir con tratamientos habituales", señala el especialista. Pero también hay enfermedades más complejas que provocan dolor y que pueden llegar a ser más graves. Entre ellas se encuentran las afecciones a los discos, como discopatía o pequeñas roturas o hernias del disco; a las articulaciones, donde se puede producir artrosis o inflamaciones, además de problemas a los nervios, que generan dolores radiculares como la ciática.
"Cuando uno siente un dolor leve que disminuye al tomar antinflamatorios, puede estar un poco más tranquilo porque se puede tratar de algo muscular. Distinto es con dolores intensos que no ceden con antiinflamatorios o con reposo, que tienden a ir aumentando y pueden superar hasta las dos semanas, irradiándose hacia las extremidades inferiores. En ese caso es conveniente consultar" sostiene el doctor Fleiderman. Así, se realizan estudios para dar un diagnóstico certero al paciente, junto con un tratamiento adecuado para aliviar los síntomas. En este caso, Fleiderman destaca que "normalmente se aconseja reposo, calor local y algunos medicamentos como analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares. Con respecto a estos, hay que recordar que cualquier droga que el paciente ingiera puede tener efectos adversos y no deseables, por lo tanto tienen que ser indicados por su médico tratante, ya que los antiinflamatorios pueden provocar problemas al estómago, como úlceras, trastornos de la función del riñon y el hígado".
Para prevenir dolencias como el lumbago, las recomendaciones apuntan a evitar el sobrepeso y hacer ejercicio, sobre todo para fortalecer la musculatura abdominal. También es importante cambiar de posición durante el día, mantener una postura correcta y levantar peso de manera adecuada para no sobrecargar la zona lumbar.
En el siguiente video, el kinesiólogo de columna del Hospital del Trabajador ACHS, Jorge Cancino, nos entrega algunos consejos para evitar este molesto dolor de espalda.
Aumentar
texto
Disminuir
texto
Contraste
página