DEFINICIÓN
Disfunción dolorosa de la extremidad superior, que puede o no estar relacionada con el trabajo, cuyo diagnóstico y calificación laboral requiere de la experiencia y conocimiento médico especializado, apoyado por un terapeuta ocupacional o experto en prevención de riesgos que realizan el APT (análisis del puesto de trabajo) y/o EPT (estudio en terreno del puesto de trabajo).
DDES LABORAL
Para considerar el dolor de origen laboral se debe cumplir los criterios de NIOSH (National Institute for Occupational Safety and Health).
Este describe 4 criterios fundamentales como son: repetición, fuerza o resistencia, postura y vibración por un periodo determinado de exposición al riesgo.
Basados en estudios epidemiológicos, según el segmento corporal involucrado, podrían producirse distintas patologías laborales.
Hombro:
Codo:
Muñeca/mano:
Diversos segmentos:
El dolor disfuncional de la extremidad superior es multifactorial, donde influyen factores psicosociales, ambientales, individuales o constitucionales, productivos, edad, género y patologías de origen común, inflamatorio degenerativas, reumáticas, endocrinas, etc. Es así que frente a un mismo factor de riesgo laboral, no todas las personas serán igualmente sintomáticas o harán una enfermedad.
Para que el dolor sea considerado laboral debe estar el trabajador expuesto a factores de riesgo en cuanto a tiempo de exposición, resistencia o fuerza, repetición y vibración en rangos que superen lo fisiológico.
Como factores psicosociales entendemos las características individuales, grupales y organizacionales que influyen en el desempeño y satisfacción laboral; los ambientales son la temperatura, calidad del aire, el ruido. Los productivos tienen que ver con las posturas mantenidas incómodas, actividades monótonas, no fisiológicas en lo físico y mental.
Los que consultan con mayor frecuencia por DDES e ingresan para estudio y calificación son los trabajadores sedentarios, oficinistas, secretarias, administrativos, digitadores, telefonistas, donde suelen pesquisarse desajustes ergonómicos (posturas incorrectas, con el computador a una altura inadecuada, la silla más alta o más baja quedando los pies y rodillas en posiciones incómodas, los antebrazos sin apoyo, técnicas de digitación inadecuadas, sin pausas intercaladas ni ejercicios compensatorios) los que generan dolor muscular por fatiga que afecta a los músculos de las manos, antebrazos, brazos, incluso hombro y cuello. Si a esto le agregamos el estrés de la vida diaria y cumplimiento de metas se agrega un dolor miofaScial que es una respuesta individual, generalmente en pacientes autoexigentes. Esto en sí no constituye una enfermedad profesional y responde a modificaciones de los desajustes ergonómicos, ejercicios regulares y a medicamentos.
El síndrome del túnel carpiano y las tenosinovitis de muñeca y mano no tienen su origen en estas actividades administrativas mencionadas, ya que no cumplen criterios de flexión sostenida, resistida ni de vibración, pero su coexistencia acrecienta el dolor disfuncional provocado por la fatiga muscular y tensión.
Frente a un dolor disfuncional de la extremidad superior, el trabajador debe ser evaluado y se efectuará el diagnóstico con su historia laboral, examen físico, exámenes imagenológicos, si es necesario sanguíneos, el APT y si corresponde un EPT. Si no califica para una enfermedad laboral (sobresfuerzo puntual o crónico) se derivará a su sistema previsional común de salud. Si es acogido según ley 16.744, se realizará el tratamiento correspondiente específico para la patología según segmento afectado y se recomendarán las modificaciones ergonómicas a efectuar en su puesto de trabajo, a cargo del terapeuta ocupacional.
¿CÓMO PREVENIR EL DDES?
Con programas de detección precoz de síntomas y derivación a evaluación médica oportuna.
Dra. Vanja Sturiza G.
Traumatóloga Equipo Extremidad Superior
Hospital del Trabajador
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