Para que todos los runners –novatos y seniors, aficionados y profesionales- lo pasen bien, obtengan los resultados deseados y mejoren su salud, la medicina del deporte se preocupa de la dosificación, intensidad, frecuencia y periodicidad del ejercicio adecuadas para cada persona según sus condiciones y requerimientos particulares. Especialistas en esta disciplina evalúan los factores de riesgo presentes y potenciales, orientan a los deportistas respecto de su alimentación e hidratación, ayudan en la prevención de lesiones y en la adaptación fisiológica de cada individuo al ejercicio.
El jefe del departamento de Medicina del Deporte del Hospital del Trabajador ACHS, doctor Mario Muñoz, señala que todos quienes deseen iniciar una actividad deportiva o participar en una competencia, deben someterse a una evaluación, aunque hayan tenido un entrenamiento sostenido y dirigido. "Lo que se busca es descartar enfermedades que contraindiquen la actividad física, como patologías cardiovasculares o respiratorias, muchas de origen congénito que son desconocidas por las personas; por ejemplo, estenosis aórtica, displasia ritmogénica de ventrículo derecho, asma de esfuerzo. El médico también debe evaluar las capacidades funcionales de la persona, de manera de contribuir a que su entrenamiento sea adecuado a su edad, estado de salud y condición física", explica el especialista.
Este apoyo profesional apunta a la prevención, pero no termina el día en que nos lanzamos a las pistas. En el Hospital del Trabajador, un equipo formado por deportólogos, cardiólogos, traumatólogos, kinesiólogos, quiroprácticos, psicólogos y otros expertos especializados en medicina deportiva, acompañan en forma permanente a deportistas de todos los niveles. "Esto no es sólo para ganar medallas, sino para vivir mejor y prevenir enfermedades, accidentes y lesiones", aclara el Dr. Muñoz.
Rodilla, tobillo y pie
Un tipo de problemas que la medicina del deporte busca prevenir, son aquellos que afectan a las extremidades inferiores, que son comúnmente las más frecuentes en distintos deportes. En el caso de los corredores, el tema no es menor: según un estudio publicado el año 2012 tras la maratón de Taipei, las rodillas representaron un 33% y el complejo tobillo-pie un 25% del total de lesiones sufridas por los competidores.
En las siguientes líneas les damos a conocer los principales factores de riesgo biomecánicos que los corredores deben conocer; asimismo, les entregamos sencillos consejos para prevenir molestias.
Consejo: Fortalecer la musculatura glútea y abdominal, que son los principales estabilizadores de la cadera, mejorando el control de esta articulación junto con la de la rodilla.
Consejo: Evaluar el tipo de pie que presenta el deportista, utilizar calzado adecuado y usar plantillas recomendadas por un especialista.
Consejo: Evaluar el tipo de pie, activar la musculatura del pie, utilizar zapatillas adecuadas (estables) y usar plantillas en caso necesario.
Consejo: Flexibilizar el pie y tobillo, como también los músculos de la pantorrilla y del muslo. Para ello es importante elongar más intensamente antes y después de cada carrera o entrenamiento, además de utilizar una zapatilla cómoda y con buena amortiguación.
Consejo: Evaluar la asimetría de la extremidad y, en caso necesario, utilizar un leve realce en la plantilla o zapatilla para corregir.
Consejo: Evaluar la técnica de carrera con su entrenador o a través de algún video, de manera de generar una posición más adecuada del cuerpo al correr.
Consejo: Elongar y realizar movilidad articular de forma dinámica, especialmente de estas articulaciones. Debido que no es posible que uno mismo pueda corregir estas hipomovilidades, se recomienda visitar a un quiropráctico o kinesiólogo especialista.
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