El agotamiento físico se produce por un continuo de trabajo físico o mental, lo que deriva en una fatiga excesiva con incapacidad en el movimiento para responder a estímulos físicos. Esto se observa cuando una persona quiere realizar cualquier actividad y siente un estado de debilidad articular y corporal.
Por ello, es necesario que luego de un arduo día laboral, realices rápidos y simples ejercicios de relajación para las extremidades que más sufren: los brazos y las piernas.
Éstos varían según cada persona, pero entre los signos más comunes están:
Muñeca hacia abajo:
1. Estira un brazo y flexiona la muñeca hacia abajo.
2. Con la ayuda de tu otra mano ejerce presión hacia abajo por un par de segundos.
3. Repite el mismo ejercicio con el otro brazo.
Muñeca hacia arriba:
1. Estira un brazo y flexiona la muñeca hacia arriba.
2. Con ayuda de tu otra mano ejerce presión hacia arriba por un par de segundos.
3. Repite el mismo ejercicio con el otro brazo.
Con ambos brazos:
1. Junta las palmas de las manos en el pecho.
2. Con las palmas juntas comienza a bajar ambas manos hasta que sientas la elongación del antebrazo.
3. Mantén esta posición por 10 segundos y vuelve a repetir.
Con un brazo:
1. Pasa tu brazo estirado hacia el lado contrario de tu cuerpo.
2. Con tu otra mano toma el codo y empújalo hacia ti.
3. Mantén esta posición por 10 segundos y vuelve a repetir el ejercicio con el brazo contrario.
1. Párate con los pies abiertos a la altura de los hombros.
2. Flexiona la rodillas, agáchate y ponte en cuclillas.
3. Ponte de pie suavemente y mantente en la punta de tus pies un par de segundos.
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