Nuestras articulaciones cuentan con un recubrimiento -el cartílago- que permite su movilidad, amortiguando y protegiendo los extremos de los huesos que las componen. Cuando este tejido se desgasta, se produce la patología que conocemos como artrosis. Esta es una enfermedad bastante común, particularmente cuando afecta a la cadera.
La artrosis de cadera es provocada por el desgaste del tejido que recubre el fémur y la pelvis, los huesos que componen esta articulación. Este tejido, conocido como cartílago, es una capa de tejido blando que recubre la superficie de esta unión ósea, facilitando su movilidad. Al desgastarse se produce un roce que evoluciona en la deformación de los extremos óseos. Esto ocasiona dolor y limita el movimiento.
Las causas de la artrosis de cadera son múltiples y varias de ellas suelen presentarse al mismo tiempo, por lo que las posibilidades de desarrollar la enfermedad son altas. Algunas de estas causas son:
¿Cómo identificar la artrosis de cadera?
Los síntomas de la artrosis de cadera comienzan de forma lenta, haciendo que muchas veces pasemos por alto estas molestias, por lo que la progresión de la enfermedad avanza silenciosamente. Algunos de los síntomas de alerta son:
¿Cómo tratar la artrosis de cadera?
La artrosis de cadera no tiene cura, pero existen diversos tratamientos disponibles que ayudan a controlar los síntomas, detener el avance de la enfermedad y manejar el dolor.
Estos planes de tratamiento deben ser personalizados de acuerdo a las condiciones y necesidades de cada paciente, considerando sus síntomas y el avance de la patología. A nivel general, el tratamiento incluye:
Para los casos más graves de artrosis de cadera existe otra opción: la cirugía. Pero es importante destacar que esta debe ser considerada como un último recurso de tratamiento. Los procedimientos quirúrgicos incluyen:
¿Cómo prevenir la artrosis de cadera?
Es difícil prevenir la aparición de la artrosis de cadera, dado que en la mayoría de los casos se desconocen las causas exactas que producen la enfermedad y los factores de riesgo como antecedentes familiares, sexo y predisposición genética no son modificables.
Lo que sí es posible hacer es detectar de forma temprana la enfermedad. Luego, es importante preocuparse de tener una correcta indicación de fármacos y un régimen de vida sano, para controlar mejor la artrosis y evitar su rápida progresión.
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